Rutas senderismo alava ninos

Esto no ocurre, y a los 5 minutos del traqueteo y de andar con la silla a dos ruedas porque en ciertos tramos se queda enganchada con piedras grandes e irregulares que hay en el camino, nos arrepentimos de haber traído la silla.

Ojo, desde el cariño viajero: Piso irregular en la senda Korres-Bujanda, no apto para sillitas de niños. Frondosa vegetación en la Foz o barranco de Izki. No se ve el punto concreto de donde mana el agua, pero es un flujo de agua que parece salir como por arte de magia, a media ladera. Son los misterios del karst.

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Cuando el sendero llega a la altura de la cascada, vemos un letrero que indica el camino a seguir para descender hasta la presa de Aranbaltza , un sinuoso sendero que entre tupida vegetación, en 2 minutos nos desciende a la cuenca del río Izki, y a la mencionada presa. Decidimos que no merece mucho la pena seguir el tortuoso por la sillita sendero hasta Bujanda, por lo que decidimos ver la presa, y luego emprender poco a poco la vuelta y el ascenso hacia Korres. Lógicamente, para bajar por este sinuoso sendero hacia la presa, dejamos la silla, sin objetos de valor, en el sendero principal, no queda otra.

El aitatxo coge a la niña en brazos, y con mucho cuidado, con pendiente fuerte, y con un ojo puesto en el suelo, donde algunas piedras resbalan, y otro en el frente, para apartar a tiempo alguna que otra traicionera rama de boj, llegamos hasta la base de la presa. Lo que se ve es una intervención humana en toda regla, una antigua central hidroeléctrica ahora en desuso, pero la especie de pequeño lago que se forma con motivo de la presa tiene su toque bucólico, con la mencionada cascada en lo alto de la pared, y con mucha vegetación que crece en el agua.

Esta zona tampoco es recomendable para niños muy pequeños. Al igual que nosotros, se ve que mucha gente se acerca hasta este punto, es un lugar de la ruta Korres-Bujanda, que si no conoces, merece la pena, tiene su magia. El camino de vuelta, como decíamos, emprende una ligera subida, pero no es muy perceptible, al igual que la bajada de la ida.

Lo que es perceptible, y cansa, es la carga de la silla, gran error. El descenso nos lleva hasta el collado Asuntza, conocido por su conocida fuente de Pol-pol, de aguas ferruginosas.

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Allí cogemos la pista por lo que retornaremos dch. En el extremo sur de los Montes de Arrieta se eleva un pequeño cordal que cierra por el norte el valle de Arana.

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Es la sierra de Bitigarras, cerrada al este por el collado Zanarri y su gran ermita de Santa Teodosia. Hablamos de Bitigarras en plural ya que son una sucesión de lomas cubiertas en parte por hayas y en parte adehesadas, la mayor de las cuales alcanza los 1. Desde donde se alcanza el eremitorio siguiendo el sendero balizado PR-A. Delante de la ermita parte una pista cerrada con una valla verde que se adentra en el hayedo. Es nuestro camino hacia la cumbre.

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La caminata por el bosque es un agradable paseo en el que vamos ganando altura cómodamente. La amplia senda realiza un gran rodeo antes de aproximarse al cordal. La tradición de levantar ermitas y eremitorios en los montes vascos es de sobra conocida. El valle de Zuia no es una excepción y tiene en la ermita de Jugatxi uno de sus dos templos de referencia. El otro es la de Oro, que se alza en la peña de Atxabal, en el centro mismo del valle.

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Los orígenes del templo se pierden en el tiempo. Un bosque de hayas y robles milenarios propios de un cuento de gnomos puebla sus laderas y la paz que emana el entorno solo se ve alterada por el ruido que llega de la cercana autovía. Cogemos la de la derecha, un vial que lleva a Jugo, aunque lo abandonamos a los poco metros para seguir izd. La amplia senda remonta entre robles y hayas en un entretenido paseo que nos lleva sin pérdida hasta la planicie cimera en la que se asienta la ermita y que le otorga la otra denominación por la que es conocida esta montaña: La Dehesa.

En los años 70, el deficio estaba medio en ruinas, pero vecinos de Zuia asumieron su restauración y lograron recuperarlo. Encontraréis información interesante acerca de algunos de estos lugares en el sigueinte enlace: Os dejamos a continuación el enlace a algunos de ellos:. Muchos caminos por recorrer y muchos parajes por descubrir. Si os gusta la espeleología , podéis ir a la Sierra Salvada, visitar la cueva de La Leze en Salvatierra o las cuevas eremitas artificiales o Gobas en la zona de Montaña Alavesa.

Rutas de senderismo y BTT/MTB para principiantes

Visitas guiadas. A lo largo de la historia, este pueblo ha demostrado su afición por todas las expresiones artísticas. Ambos museos organizan consultar programación actividades para niños. Esculturas en el Taller-Museo de Santxotena de Artziniega. Para conocer el mundo del vino, acercaros a Rioja Alavesa.

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