Uncategorized

El hombre mediocre citas

Se comunica mediante el monologo y el aplauso. Esta actitud lo encierra en la convicción de que él posee la verdad, la luz, y su adversario el error, la oscuridad. El mediocre no logra liberarse de sus resentimientos, viejísimo problema que siempre desnaturaliza a la Justicia. Se siente libre de culpa y serena su conciencia si disposiciones legales lo liberan de las sanciones por las faltas que cometió.

La impunidad lo tranquiliza.

Services on Demand

Lo que varía es su prestigio y su influencia. En relación con la rutina, José Ingenieros dice: No es hija de la experiencia; es su caricatura. Plantea entonces que lo rutinario es la negación de la experiencia. Ingenieros lanza diversas críticas contra las distintas formas de adaptación, especialmente aquellas que entrañan abnegación y renuncia al pensamiento propio para complacer a un grupo.

Sin embargo, también hace una afirmación que resulta ser sabia y liberadora.

Visitas totales

Estas son solo algunas de las maravillosas frases de José Ingenieros sobre la mediocridad. Leer sus textos es confrontarse con todas esas zonas de nosotros mismos en donde domina el temor. Su obra, en general, es un llamado a ser, a reafirmarnos y a buscar la originalidad y la perfección por encima de cualquier otro objetivo. Ser flexible para ser feliz.

El hombre mediocre según José Ingenieros

Activa tu inteligencia emocional. De este modo, El hombre mediocre procesa el sentimiento fóbico de las elites intelectuales ante el avance social y político de las masas. La combinación de argumentos científico-positivistas e idealistas parece responder, entre otras razones, a la necesidad de reforzar la dominación simbólica por medio de la acumulación de tesituras discursivas diversas e incluso antagónicas desde el punto de vista epistemológico, pero que - tal como prueba el ensayo - se revelan como compatibles desde el punto de vista político.

Por eso opone la imitación del hombre-rebaño incapaz de ideales a la imaginación creadora de una selecta minoría idealista, emancipada de la multitud, que combina elitismo, moralidad, saber y juventud.

The genius' "labyrinth of solitude", or the paradoxes of El hombre mediocre

En este sentido, apelando a un tópico de claras resonancias nietzscheanas, Ingenieros advierte que es necesario contener la mediocridad para evitar el gobierno de los mediocres. En la estela elitista del Ariel de José E. Ahora bien; esta condena conceptual del mediocre se despliega, paradójicamente, en un texto que interpela al mediocre; esto es, a las capas medias y a los sectores populares que conforman el nuevo lectorado y el nuevo electorado, puestos en una doble disponibilidad riesgosa: Con un éxito solo comparable al precedente del Ariel de Rodó, en enero de la editorial Renacimiento lanza diez mil ejemplares del ensayo, y en abril del mismo año, la segunda edición pone a la venta otros diez mil.

Diversos elementos prueban esa interpelación paradójica. En este sentido, el ensayo despliega la propia paradoja que le adjudica teóricamente al hombre de genio, tensionado entre el rechazo de la multitud y la tentación vanidosa de perseguir su aplauso, pues el éxito no es sino el reconocimiento de los mediocres, peligroso por sus consecuencias mediocrizantes. Así, el ensayo interpela a la multitud para que no se parezca a la multitud, para que consagre el modelo del hombre superior, rindiéndole tributo aunque no pueda igualarlo, y para que, en el reconocimiento de la superioridad del superior, no se interponga el resentimiento amenazante sino la admiración pasiva que prolongue el respeto por las jerarquías.

La misma pedagogía de las capas medias puede entreverse en los recursos a los que apela el ensayista para legitimar el saber privilegiado del psicólogo en la clasificación del magma social.

¿Que es un ideal? José Ingenieros

El hombre mediocre debe ser diseccionado en la mesa de autopsias del texto, para revelar el secreto contenido en sus entrañas; por eso el ensayista señala que. Así, remitiendo a una obra de arte del siglo XVII, consagrada y ya difundida en el imaginario de las capas medias argentinas, resignificada en el contexto de la medicalización de la sociedad en entresiglos.

De este modo, el sujeto de enunciación se apropia de un clisé ya muy extendido para la década del diez la escena pedagógica, también cristalizada por el arielismo , pero produciendo sobre ella una torsión que retrotrae esa pedagogía nuevamente hacia el campo "superior" de la "verdad científica". Así por ejemplo, para reforzar la idea de un progreso idealista en la historia, positivamente contenido por las resistencias conservadoras, Ingenieros remata el primer capítulo apelando pedagógicamente a una imagen clisé la nave que avanza, impulsada por la potencia de los hombres de genio, contra la presión del viento de la mediocracia , para así fijar materialmente significados abstractos de difícil aprehensión por la masa lectora.

Con igual sentido, el dualismo que opone la mediocridad conservadora a los ideales progresistas encarna en una serie de personajes arquetípicos, como Gil Blas, Sancho Panza y Tartufo, en contraste con Cyrano, el Quijote o el Dr. En el capítulo final "Los forjadores de ideales" , Sarmiento y Ameghino e implícitamente el propio yo letrado se ofrecen como genios magisteriales capaces de guiar a las multitudes que logren alcanzar el deseo de escapar de sí. No casualmente, cada vez que el ensayista se dirige al lector, en segunda persona, lo confina explícitamente al lugar pasivo de un discípulo dócil que se deja guiar: El que escucha ecos de voces proféticas al leer los escritos de los grandes pensadores; el que siente grabarse en su corazón El progresivo advenimiento de la democracia es negativo porque expresa el gobierno de las medianías, desplazando al hombre extraordinario y contrariando por ende las desigualdades naturales.

En este sentido, los dispositivos textuales arriba mencionados hacen sistema con el proyecto de Ingenieros de intervenir él mismo como autor y editor en el mercado de masas por ejemplo, a través de la colección de "La cultura argentina" que, desde , busca captar a ese lectorado recientemente extendido, y en especial a ese electorado que debe ser urgentemente educado en términos políticos.

En el caso particular de la cultura de masas en expansión, esa voluntad de control puede leerse en los reiterados juicios de censura con que Ingenieros ataca el criollismo folletinesco que heroiza "peligrosamente" la figura del bandido popular, rural y suburbano, ejemplificado especialmente por el moreirismo. Así por ejemplo en "La vanidad criminal", incluido en La psicopatología en el arte , Ingenieros le da una importancia privilegiada a la prensa periódica y a la literatura de masas en la difusión de modelos criminales, admirados e imitables por el resto de la delincuencia y de los sectores populares en general: Por el año de , estimulada en la prensa y en el teatro, se produjo en Buenos Aires una epidemia de "moreirismo".


  1. Menú de navegación!
  2. conocer cubanas en linea?
  3. conocer personas americanas.
  4. Seguidores;
  5. tarot horoscopo tirada diaria gratis.
  6. Audiobiografías!
  7. mujeres solteras nariño;

Y en la conferencia titulada "Psicología de Juan Moreira" ofrecida en la Sociedad de Psicología de Buenos Aires, y editada como resumen en Archivos de psiquiatría y criminología , v. De este modo, insiste en su lucha por controlar el contenido ético de la literatura de masas, desterrando en especial la heroicidad mítica atribuida a los delincuentes populares. Ingenieros advierte que existen razones biológicas y morales para oponer la genialidad juvenil a la atrofia mediocrizante de la vejez, de modo tal que la juventud constituye una garantía de la genialidad potencial.

7 frases de José Ingenieros sobre la mediocridad

Este elogio de la fuerza creativa de la juventud o mejor, de la convergencia entre juventud y elite del talento implica a priori un destinatario juvenil: Así, el texto coloca a los jóvenes universitarios en la posición privilegiada y peligrosamente ambigua de operar como clivaje estratégico entre la mediocridad y la meritocracia, recreando de este modo la pedagogía verticalista que, desde el Ariel , rige el juvenilismo. En El hombre mediocre , el juvenilismo se combina con el esfuerzo de Ingenieros - arriba mencionado - por absorber el discurso antipositivista, como respuesta ante el creciente repliegue del positivismo hegemónico.

En este sentido, Ingenieros no solo prolonga la aristocracia del mérito heredada de la tradición discursiva liberal-progresista previa: Las menciones insistentes de la filosofía, el arte y la ciencia europeas no solo implican la acumulación de ciertas marcas de prestigio, legibles como tales entre las capas medias y los sectores populares recientemente escolarizados: En efecto, Ingenieros no explicita los vínculos entre su condena del hombre mediocre y el elitismo espiritual contenido en otros discursos de fuerte impacto en el lectorado local de entre siglos, como el Ariel de Rodó o antes aun Azul Y, junto con ellos, tanto con la filosofía espiritualista como con la ciencia positiva.

Esta exaltación de los ideales éticos y ascéticos, implícitos en la marginalidad solitaria del genio intransigente, supone una autolegitimación de la propia condición de "exiliado" desde una autonomía ideal, por fuera - por encima - de la política, libre incluso para llevar a cabo una autoinmolación heroica.

En este sentido, vale la pena recordar el combate que emprende Ingenieros contra figuras como Ricardo Rojas: Si en los Archivos Por ejemplo, en la edición de , en el final del capítulo "Los arquetipos de la mediocracia", Ingenieros señala: Ninguna multitud es pueblo: En cambio, en la edición de , Ingenieros advierte: Depositarios del alma de las naciones, los pueblos son entidades espirituales inconfundibles con los partidos.


  • habitaciones para chica?
  • surf port ginesta;
  • 7 frases de José Ingenieros sobre la mediocridad - La Mente es Maravillosa.
  • first dating barcelona!
  • José Ingenieros Quotes (Author of El hombre mediocre).